El mecanismo básico de una trampa de este tipo conciste en una hoja especializada en forma de jarro que contiene líquido (normalmente una mezcla de agua y enzimas digestivas). Las presas (básicamente insectos: hormigas, moscas, escarabajos, etc.) caen a esta piscina y son digeridas por la planta.
El líquido es un jugo que disuelve el cuerpo de la víctima, pero no todas las plantas utilizan el mismo. En algunas, se trata de un fluido viscoelástico. Este líquido resiste cuanto más lo empujas, convirtiéndose en una melaza.