Entre las especies de Nephentes se conocen oficialmente 140 géneros, que se caracterizan por la forma de «jarro» en el aparato captador. Dentro del jarro, es posible hallar una cantidad de agua dentro de la que se encuentra una cantidad de enzimas necesarias para la digestión de insectos.
Las Nephentes atraen a los insectos a través de secreciones que terminan por hechizarlos. Cuando los insectos intentan posarse en los bordes de la trampa, resbalan al tratarse esta parte de una superficie muy lisa. Caen dentro del líquido que contiene la trampa y son digeridos por la planta.
Se dice también que algunas plantas aprovechan las relaciones simbióticas que su medio propicia: puede tratarse de bacterias en simbiosis dentro de la trampa (en la digestión) o bien de simbiosis con insectos que se alimentan de lo que queda atrapado en ellas y a cambio la fertilizan con sus excrementos.
Para su reproducción, las plantas carnívoras necesitan a los insectos polinizadores, sin embargo, un insecto corre casi el mismo riesgo de polinizar o de morir atrapado. Al ser así en algunos casos no parecen ser atraídos por el tipo de plantas que polinizan.
Interesante, ¿cierto?
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