Usar un impuesto para limitar el calentamiento global a 2°C sobre los niveles industriales (como se concluyó en el acuerdo de París), representaría poner en riesgo alimentario a 45 millones de personas.
Por ello es necesario evaluar políticas complementarias que contrarresten los efectos de las iniciativas de mitigación del cambio climático. Sobre ello también se dice que retrasar estas iniciativas, tendría como efecto un incremento en la cantidad de personas afectadas por estas políticas.
El cambio climático amenaza la seguridad alimentaria al incrementar la probabilidad de fallas en cultivos básicos en muchas partes del mundo, lo que derivaría en mal nutrición en países de bajo y mediano ingreso.
¿Cómo afectaría el impuesto?
El impuesto aumentaría el costo de la producción de alimentos, especialmente aquellos que producen mayores emisiones, como la carne. Las rentas y uso de suelo con fines de producción agrícola, se dipararían. Así mismo, el impuesto incentivaría la producción de biocombustibles, que a su vez generarían competencia con cultivos destinados a la alimentación. Las consecuencias anteriores podrían contribuir a elevar los precios de los alimentos, que serían costosos para quienes tienen menos (que gastan cerca del 60-80% en alimentos).
Se piensa que en el futuro, se necesitarán soluciones creativas para ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad.
Ver artículo: https://www.nature.com/articles/s41558-018-0230-x.epdf?referrer_access_token=W2Om0oaQ1PZ4VC5LU2bguNRgN0jAjWel9jnR3ZoTv0MrV9hJRhoi89RAeFUZRvV4UWlKZD-uLE3T60mrzEXt3vyvrQzgeHZOJCe9xH2bA8Hb3w2HYm_TtvfSuM5FAqSNLI5MwZsxsjo52MFuP2SZl38p872CvamnyH_7hbaGPB_PIr04yI9_DQVvQm1Yo-r6oRmyW__eHq5k0HNBcZbo6V8YzPzqzUSYSMOBIAQWHdpfAjMJoDQ8Fo9VrXUwmx6Mc5zvEq1L9HOA7NWTwEG3mNPfDeSWnrzI-DpUEY-QXGI%3D&tracking_referrer=www.carbonbrief.org
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