Droserós (δροσερός) es una palabra griega que se usa para describir a las plantas de este género. Significa fresco o humedecido por el rocío. ¡Y claro! Es muy evidente que estas plantas se mantienen constantemente cubiertas de pequeñas gotas que asemejan al rocío. Cuando estas gotitas entran en contacto con la luz, no sólo atraen a los insectos, también a nosotros. Por suerte no somos lo suficientemente pequeños como para ser devorados, quizás el peligro más grande al entrar en contacto con una de estas plantas sea terminar con un dedo muy bien humectado.
Las plantas del género drosera tienen gran presencia. Las gotas sobre sus hojas llaman particularmente la atención de quien se cruza con ellas. Se trata de una secreción mucilaginosa, un mecanismo del que se sirven para atrapar insectos. Las glándulas que secretan este mucílago, también secretan enzimas digestivas (para alimentarse de los insectos que quedan atrapados en sus hojas). Estudios indican que estas sustancias polisacáridas (mucílago) pueden contener (dependiendo la especie) xilosa, manosa, galactosa, ácido glucurónico, ésteres, sulfatos y además Ca, Mg, K y Na.
Se sabe que las plantas de este género tienen una gran capacidad regenerativa y que contienen naftoquinona(en mayor o menor cantidad dependiendo de la especie). Las naftoquinonas, además de conferir coloración, tiene propiedades antiespasmódicas y antibacterianas. Se dice que los alquimistas buscaban el líquido que excretan sus glándulas y ha sido usada como medicina natural.
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