No es ningún secreto que consumir insectos puede tener más de un efecto positivo. Es bien sabido que los insectos representan una gran fuente de alimento que, además de ser sustentable trae consigo grandes beneficios para la salud humana.
Si desde una perspectiva ambiental se compara con otras fuentes de proteína como la carne de res, es posible notar un costo-beneficio ambiental inmediato. Según este estudio, más de 2 billones de personas alrededor del mundo consumen insectos de manera regular.
Los insectos representan una gran fuente de proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables. El principal interés de este estudio fue documentar por primera vez los efectos en la salud del consumo de insectos vía clínica.
Para llevar a cabo el estudio, se realizó un experimento en que se elaboró un polvo de grillo con el que se enriquecieron los desayunos de 20 hombres y mujeres. El polvo se colocó en muffins y malteadas . Durante dos semanas un grupo consumió un desayuno regular y el otro un desayuno con polvo de grillo. Finalmente se tomaron muestras fecales y de sangre para corroborar los efectos de la dieta en los participantes.
Los resultados arrojaron un incremento en una enzima asociada con la salud intestinal y la reducción de una proteína en la sangre relacionada con la inflamación (TNF-alpha), que se ha relacionado con el cáncer y la depresión. También fue notable un incremento en Bifidobacterium animalis, una bacteria que se encuentra estrechamente ligada con el bienestar intestinal.
Aunque en algunos países se trata aún de un tema complicado, el consumo de insectos podría subir cada vez más en la lista de prioridades alimenticias dada la situación climática actual y el efecto de la producción masiva de fuentes de proteína con gran impacto ambiental. Además, algunos son en serio deliciosos.
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